¿QUÉ ES?
El estreptococo del grupo B, también conocido como estreptococo beta-hemolítico o EGB, es una bacteria que está de forma natural en una de cada cuatro personas sanas. Mujeres, hombres y niños pueden ser portadores de ésta sin que ello represente un problema para su salud ni muestre ningún síntoma al respecto.
En la mayoría de los casos, ser portadora de esta bacteria no tiene por qué afectar ni a la mamá, ni al embarazo. Sin embargo, portar dicha bacteria se ha asociado a problemas como infecciones del tracto urinario, abortos espontáneos, la rotura prematura de las membranas o infecciones del líquido que rodea al bebé.
¿CÓMO SE DETECTA?
En las últimas semanas del embarazo (semana 36 normalmente), nos hacen un exudado de la vagina y del ano.
Esta prueba es indolorora, si acaso un pelin molesta, pero ya está.
Con una torunda o bastoncillo nos cogen una muestra y lo mandan a laboratorio.
Yo hasta ahora he dado negativo en esta prueba hasta este embarazo.
Si se da positivo en esta prueba, durante el parto tienen que poner antibiótico por vena para que el bebé no se contagie al pasar por el canal del parto.
El problema de tener el Estreptococo en el embarazo es en que ésta bacteria es una de las principales causantes de sepsis precoz en los recién nacidos, por lo que saber si eres portadora o no antes del parto es crucial. La transmisión de esta bacteria al bebé suele suceder por contacto directo en el momento del parto, donde aproximadamente el 50% de los recién nacidos se colonizan con la misma.
La mayoría de los bebés contagiados con esta bacteria no tienen por qué presentar problemas de salud, pero aproximadamente 1 – 2% desarrollan infecciones asociadas a esta bacteria en los primeros días de vida, en forma de neumonías o meningitis; se ha observado que más del 30% de los recién nacidos contagiados por EGB presentarán problemas irreversibles a largo plazo como sordera, retraso mental o parálisis, y una minoría de estos podrían desarrollar infecciones graves generalizadas (septicemia) e incluso la muerte.
El problema ha sido que como llegué con el niño ya entre las piernas, pues no me pudieron poner el antibiótico.
Estuvieron tomándole la temperatura los tres días que estuvimos ingresados, pero me dijeron que en principio, como no tenía ninguno de los siguientes factores de riesgo, es más complicado que el niño se contagie:
- Ser portadora de esta bacteria en un embarazo anterior
- Si has tenido anteriormente un bebé que se haya infectado por la bacteria.
- Si presentaras dicha bacteria en orina en cualquier momento durante este embarazo.
- Si tu bebé naciera antes de las 37 semanas (parto prematuro) o pesa al nacer menos de 2500 gramos.
- La bolsa amniótica permanece rota más de 18 horas antes del nacimiento
- Si presentas fiebre durante el parto (≥ 38°C)
Que tengáis buen día...y gracias por leerme.
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