Qué poquito queda para despedir este 2017 y dar la bienvenida al 2018.
Ha sido un año un poquito agridulce. Tuve que decir adiós a una pequeña que formaba parte de mí... Y aunque la vida sigue es algo que nunca se va a olvidar (ni quiero olvidar).
En el tema profesional también ha sido un año de cambios y de cambio de mentalidad, a veces algo complicado cuando estás acostumbrada a trabajar de una determinada forma (que es como llevas trabajando toda la vida), pero tiene muchas cosas buenas que hacen replantearme que no siempre lo hacemos tan bien como pensamos.
En el tema personal he crecido y madurado más si cabe. Los baches en el camino, una vez superados nos hacen más fuertes.
Ahora toca mirar el nuevo año con ilusión, con ganas y con mucha felicidad porque va a venir cargadito de cosas buenas.
Un beso enorme y feliz comienzo de 2018.
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