Los pollitos han disfrutado un montón, hay una elfo que nos hace de guía por una casa con un montón de habitaciones.
En cada habitación nos esperan distintos elfos que interactúan con los enanos, y les hacen juegos, bailan con ellos, todo con una gran dosis de entusiasmo y de diversión.
La ultima habitación es el despacho de Papá Noel que aparece por sorpresa cuándo los peques menos se lo esperan.
Para terminar dan un regalito a los niños y un refresco que obviamente es el que patrocina la Casa de la Navidad.
A lo largo del recorrido cantan una cancioncilla súper pegadiza...
Lo único malo es que falla un poquito la organización pero teniendo en cuenta que se inauguró el lunes, supongo que con rodaje lo irán subsanando.
Aún así es totalmente recomendable.
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