¡Hola a todos!
Hemos aprovechado y hemos ido a una casita rural para conectar con la naturaleza y desconectar un poco del "virus".
Hemos ido a un pueblito de la sierra, que se llama Lozoyuela y hemos estado como en casa.
La gente súper atenta, y pendiente de nosotros, así da gusto.
La casita rural era muy confortable, y a los niños les ha gustado un montón. El alojamiento es las "Casas de Ángela".
Os dejo fotitos para que la veáis:
La familia que nos alquiló el alojamiento, a parte de los alojamientos, tienen una granja ganadera, y ofrecen la posibilidad de hacer una visita a sus instalaciones para ver cómo funciona.
Los niños estuvieron encantados, y la verdad es que se palpaba el amor del patriarca de la familia por su trabajo.
Después, nos recomendó una ruta apta para niños, que llevaba a un puente muy bonito, que resulta que es el que salía en la serie de "El secreto de Puente Viejo".
La ruta nos gustó mucho, pero cuando llegamos al puente....nos encantó: esa Paz, la naturaleza, el río, los árboles....todo era muy mágico, parecía que estábamos en un cuento.
Además, en el pueblo, se puede visitar la Ermita de la Virgen de la Soledad, un gran edificio, construido en el siglo XVII, que la Cofradía de las Plagas elevó en honor a la patrona de la localidad. Se accede a ella –está al inicio del pueblo- por un pequeño patio y cuenta con dos entradas por dos arcos de medio punto.
Lozoyuela también tiene patrón y a él está dedicada la Iglesia de San Nicolás de Bari, declarada Bien de Interés Cultural. Es del siglo XVIII y está ubicada en un montículo. Es de una sola planta y torre de campanario, pero en su austeridad está su belleza. Se accede a ella por un arco de medio punto.
Para terminar contaros que el pueblo está dotado con centro de salud, parque infantil, y númerosos supermercados.
Hay una tienda de alimentación en el pueblo, que se han portado muy bien con nosotros, cada vez que íbamos a comprar, regalaban a los niños algo, y incluso una de las veces que nos vieron aparcando, vinieron con una bolsa para cada niño con un hueco Kinder, un aspitos, y un chupachup.
A parte que la carne que venden es espectacular, damos fe de ello.
El último día fuimos al pueblo de al lado, que se llama Sieteiglesias, pero de él os hablo en otro post para que no sea muy pesado.
Un beso enorme y gracias por leerme!
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