Hoy es un día agridulce.
La casualidad ha querido que mañana tenga que ir al hospital a hacerme una prueba...y que justo un año antes tuviese que venir a este mismo hospital para recibir la peor de las noticias....
Este año todo me sonríe...y el año pasado creía que el mundo era una mierda, que era súper desgraciada, y que no iba a poder superar que mi pequeña se hubiese ido...de esa forma tan silenciosa, sin hacer ruido, sin hacerme sentir dolor físico, aunque por dentro me rompiera en mil pedazos...
Nunca voy a olvidarlo...porque es algo real, que sucedió... Pero un año después ese dolor inmenso es menos dolor. Ya puedo mirar su ecografía sin llorar de rabia...solo puedo mirarla con mucho amor. Y aunque a veces llore, es distinto.
Ahora cuando puedo notar a mi pequeño dentro de mí, me da mucha tranquilidad.
Ya se pasaron los meses de angustia por no saber si todo va bien o no...por si me va a pasar lo mismo...
Y aunque cada vez que voy al médico no puedo evitar ir con miedo a que me digan algo, cuando salgo soy la mujer más feliz del mundo.
Gracias también a mis pollitos que por su forma de ser tan cariñosos y tan bonitos me alegran aún más la vida.
Ánimo a todas las personas que han pasado por un aborto o por una muerte neonatal o postnatal...se pasa fatal y hay que hablarlo aunque parezca que es un tema tabú.
Cuando se muere tu abuelo o tu madre o alguien cercano lloras...por qué si se muere tu hijo, aunque no haya nacido no está bien visto que llores....
Un beso a todos y gracias por leerme.
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