El domingo decidimos pasar el día a la sierra, comer al aire libre, y hacer algo de "senderismo" con los niños.
Hacer una ruta con niños tan pequeños es complicado, con lo cual decirles que vamos a caminar, ya dicen que tururú.
Así que toca disfrazar la caminata en una aventura y decirles que vamos a explorar el terreno.
También es importante ir a su ritmo, no "forzar", es mejor ir despacito, y si se cansan, dar la vuelta.
Siempre digo que no hay que tener expectativas muy altas, ir a lo que surja.
Fijar un objetivo para que no vean la caminata como interminable: venga pues llegamos hasta el siguiente palo Verde y damos la vuelta...mira veis aquel árbol, pues llegamos hasta allí y ya volvemos.
Ir contándoles cosas por el camino hace que les sea más ameno: mirar este árbol se llama Olmo, o esa huella es de un animal, haber si adivináis de cuál.
Llevar agua, tiritas para las rozaduras, gorra para el calor, y protección solar encima. Aunque esté nublado no hay que confiarse.
Y sobre todo disfrutar en familia!
Os dejo fotitos...espero que os guste, y como siempre... ¡gracias por leerme!
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